26 d’octubre 2007

NOMÉS UNA IMATGE DEL 26 D’OCTUBRE DEL 07

La sal de la vida, diminutas estrellas diseminadas por el océano


La sal de la vida, omnipresente, imprescindible. Cristales transparentes, pequeños en sí mismos, pero sin ellos estaríamos condenados a la extinción. Hoy tan presente, tan fácil de conseguir, pero olvidamos que no hace tanto tiempo era un objeto precioso. ¿Cómo algo tan diminuto puede ser tan importante? Son como una cantidad ingente de estrellas diseminadas por el océano que nos recuerdan que incluso lo más insignificante puede ser portador de vida.

TEXT: IAN NABOURIAN
FOTO: CRISTINA CATARECHA