Miradas de dulce miel

SANTA CRUZ DE TENERIFE ANA MENGÍBAR

Miradas de dulce miel, de inocentes brillos. Ternura cálida en sus sonrisas. Inocencia pura en sus caritas. Pequeños, alegres…
Admiración grande cuando te escuchan y llanto amargo cuando están tristes. Pequeños, alegres…
Sus ojos abiertos sin palabras te hablan. Con un tierno abrazo recompensan mimos y desprotegidos buscan su refugio en tu regazo. Pequeños, alegres…
Dulce la evidencia de que les haces falta. Te quiero te dicen sin ningún reparo. No saben de guerras, terror ni violencia. Pequeños, alegres…
Picardía en sus juegos a rabiar derrochan. Loca travesura que nunca se agota. Carcajada sana que al aire regalan. Alegría eterna que les acompaña.
Pequeños, alegres…
Ganadores natos en la gran fantasía que les acompaña. Corazones tiernos en sus cuerpos laten. Pequeños e ingenuos no pierden batalla.
Al final del día leerles un cuento y que los acunen tus brazos es lo que les encanta. Pequeños, alegres...
Y cuando, por fin, dormidos descansan, en tu alma el eco, de esa voz tan linda con la que Mami te llaman.