01 de desembre 2007





Vidas desacompasadas, vidas que son certeras

Nuestro cuerpo forma parte del camino que recorremos. La dermis que lo cubre está hecha de cemento resistente y aparentemente insondable, pero a veces se abren grietas que dejan al descubierto nuestro interior. Nos han enseñado a esconderlo bajo esa piel paquidérmica y nos han convencido de que eran debilidades, sí, pero es nuestro Yo más auténtico, el que nos acompañará siempre y nos salvará del olvido.

Fotografia: Cristina Catarecha
Text: Ian Nabourian