12 de desembre 2007

Un mundo lleno de Parábolas: en esta vida nunca se sabe de Hermann Hesse

LLEIDA ESCOLTANT LA VIDA


Un anciano llamado Chunglang, tenía una pequeña propiedad en la montaña. Sucedió cierto día que se le escapó uno de sus caballos y los vecinos se acercaron a manifestarle su condolencia.
Sin embargo el anciano replicó:
¡Quién sabe si eso ha sido una desgracia!
Y hete aquí que varios días después el caballo regresó, y traía consigo toda una manada de caballos cimarrones. De nuevo se presentaron los vecinos y lo felicitaron por su buena suerte.
Pero el viejo de la montaña les dijo:
¡Quién sabe si eso ha sido un suceso afortunado!
Como tenían tantos caballos, el hijo del anciano se aficionó a montarlos, pero un día se cayó y se rompió la pierna. Otra vez los vecinos fueron a darle el pésame y nuevamente les replicó:
¡Quién sabe si eso ha sido una desgracia!
Al año siguiente se presentaron en la montaña los comisionados de los Varas Largas a reclutar jóvenes para ser mensajeros del emperador y llevar su litera. Al hijo del anciano, que todavía estaba impedido de la pierna, no se lo llevaron. Chunglang sonreía.